Antes de comenzar nuestro viaje siempre llevamos a cabo una pequeña investigación. Hay quien que prefiere la improvisación, para después llegar y planificar insitu o bien contratar todas las excursiones que les ofrecen. Otros planifican al milímetro, día por día y hora por hora.
Nosotros preferimos una mezcla de ambos. Lo que finalmente termina convirtiéndose en una especie de improvisación planificada. Es una fórmula que, de momento, nos ha funcionado muy bien.
Para la investigación siempre elegimos una guía. En Internet existen innumerables, la mayoría gratuitas. Hay incluso foros dedicados a ello, en los que los internautas preguntan, explican y cuestionan sus viajes. Nosotros pensamos que siempre es mejor tener algo tangible, en papel, algo que puedas leer y llevar contigo. Existen editoriales que se dedican exclusivamente al mundo de los viajes (basta con escribir "guía de viajes" en google para acceder a ellas. En nuestra corta experiencia (sólo 4 viajes fuera de España) hemos utilizado las de Lonely Planet y Time Out.
Es conveniente echarles antes un vistazo exhaustivo y tomar nota, sobre todo, del año de edición y actualización (se puede hacer en cualquier gran superficie o librería sin necesidad de comprarlas). Lo primero que tenemos en cuenta es la forma de estructurar la guía, de tal modo que no resulte farragosa. En el caso de New York, nos pareció que la de Planet (Geoplaneta) cumplía casi todos los requisitos: está estructurada en zonas, explica recorridos, detalla zonas y lugares singulares, y da información completa sobre la historia y la forma de vida en todos los barrios de la ciudad etc. Pero esta frase de la editora en la página 64 nos decidió definitivamente: "Aunque pueda parecer contradictorio nos gustaría que esta guía se dejara de consultar por uno o varios días, y explorar esta maravillosa ciudad por cuenta propia". Fue el mejor y más sabio consejo que hemos recibido en nuestra visita a la Gran Manzana.
Además de la guía, es muy muy recomendable acudir a fuentes presenciales, y fiables: es decir, amigos y conocidos, con experiencia en viajes y con quienes compartamos determinados gustos y aficiones. Ellos serán más fiables que las guías, ya que han estado allí y conocen (si su visita ha sido reciente) de primera mano lugares únicos, casi imposibles de localizar en las guías.
No puedo excluir a aquellos que habitan y conocen la ciudad que visitamos. Aunque la experiencia me ha demostrado que cuando uno vive y trabaja en un lugar termina por perder la perspectiva y la capacidad de asombro. Un instinto -el de la curiosidad- que funciona mejor en el viajero esporádico.
En este deseado e ilusionante viaje a N.Y., nuestro primer salto al otro lado del charco, nos sirvieron los consejos de Teresa, Jose Ignacio, Paloma, Gisela y Cris, además de algunos apuntes de Ana, de Bea y de otras personas igual de entusiasmadas con nuestro viaje. A ellos les queremos agradecer recomendaciones que nos ha proporcionado algunos de los mejores momentos y que queremos detallar en esta especie de blog-cuaderno de viaje. Gracias a tod@s.
Times Square desde la calle 43
Fotos: © Mireille A. B.
Querida parejita,
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de vuestro viajecito a NY.
Gracias por compartir con nosotros vuestras experiencias.
Me alegro un montón que hayáis disfrutado tanto.
Opino igual que vosotros en cuanto a la planificación del viaje.
Aunque parezca mentira... ¡Todavía no conozco esa gran ciudad! :-(( Ahora ya se a quienes tengo que preguntar cuando llegue mi hora.
Un montón de biquiños (besitos en gallego)a los dos.
Anuska